10 December, 2006

Una de las cosas de las que me siento más orgullosa es de mis amig@s, no se que hubiera sido de mi sin ellos en algunos momentos. Sin embargo, hoy alguien me ha decepcionado. No es la primera vez, ni tampoco la más "seria", pero por mi cabeza rueda ese "pués ya no te ajunto" de cuando era pequeña. Creo que no soy una amiga exigente o pesada, ni pretendo ser la amiga omnipresente de nadie. Sin embargo hay veces que te gustaría contar con alguien y ves que ese alguien te falla, una vez y otra. Habitualmente olvido esas decepciones, no les doy importancia, las relativizo. Las achaco más a mi estado de ánimo o a mi percepción distorsionada que a la realidad y hago ver que no ha pasado nada.
Hoy he tenido la sensación de ser una auténtica gilipollas. Y encima me siento culpable por ese "no te ajunto" que me ronda y me ánima a enviar a paseo muchos años, casi tantos como tengo, de amistad. Y me jode. Y me jode mucho enviarla a paseo y me jode mucho no enviarla.
Está feo escribir palabrotas, pero hoy toca.

3 comments:

El detective amaestrado said...

Me recuerda un post que escribí y que se llamaba Becoming a papafrita.,.Terrible esa sensación de sentir que estamos haciendo el gili, de sentirnos estafados. A ver donde leches está el libro de reclamaciones para estas cosas

Zebedeo said...

Suele pasar cuando alguien que conoces desde hace mucho tiempo y lo consideras tu amigo/a te falla. A mi me pasó y yo creo que la solución es no dejarlo de considerar tu amigo/a pero no volver a confiar nunca más en él/ella. Y, por supuesto, tratarlo igual con una sonrisa :) Si sabe que falló por lo menos que le remuerda un poco la conciencia (si la tiene)

Anonymous said...

Mejor dile no te adjunto, y no le mandes nada por e-mail.

zebedeo, muy práctica tu actitud, para vomitar... pero práctica.

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