Esta mañana mi cocina ha amanecido inundada de agua. No había un escape. Era un presagio. De lágrimas.
Has dado el gran salto, has encontrado tu escapatoria. No lo has tenido fácil. Siempre he pensado que quedaste tocado por algo que vistes, los demás lo sentimos mucho, todos lloramos, pero tu lo viste todo. Oíste el grito. Y no lo olvidaste. El eco te acompañó siempre, hasta que tu propio grito lo ha silenciado.
Trataste de huír pero no encontraste el camino adecuado y tomaste uno que te llevo demasíado lejos. Probabas. Luchabas. Hasta que el grito te ensordecía. No hace mucho me contaste tus proyectos, te animé, me alegré mucho. Sería injusto recriminarte que no hayas luchado más. Sé que lo hiciste con todas tus fuerzas. Pero eras muy especial, tremendamente sensible, y demasiado vulnerable.
No nos veíamos muy a menudo, tan solo coincidíamos de vez en cuando, pero te oía por las noches llamar a tu perro. ¡Ramón, Ramón, ven aquí coño! No me molestaba, estaba atenta a tu voz para tratar de descubrir si estabas bien. Me preocupabas mucho. A veces te veía perdido, desorientado, atormentado por tus fantasmas. Quería decirte "agarrate, te vas a caer" como a un niño imprudente, pero ¿quién era yo para decirlo?
Por fin descansas, del grito, de tus gritos, de tus debilidades, del mundo en el que no encontraste un sitio para ti, del mundo del que no lograbas salir.
Permíteme que te dedique una canción de tu grupo favorito, tu me lo descubriste hace muchos años, tus camisetas, los estribillos en las mesas del insti, aquel concierto, en el 90 o el 91, al que fuíste casi escondidas y del que nos hablaste durante semanas. Espero que no te moleste que haya puesto una con violines pero es que hoy no me apeten guitarras.
Miga, te echaremos de menos.
4 comments:
:(
que cagada, lo lamento por Ud.
joder qué palo.
Lo siento
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