Foto de Juan Luís García
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“El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente. Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y solo nos queda esperar, desplegadas las velas, que sople su viento. Es el deseo de desear. “
David Trueba. Saber perder
9 comments:
La vida se va extinguiendo cuando el deseo de desear se va desvaneciendo.
Entonces, aparecen los falsos deseos que prolongan artificialmente una inútil existencia.
Es duro.
Qué palabras tan ciertas. Y sabias.
El deseo de desear. Sino tenemos eso, no podremos ilusionarnos con nada. Es el preludio imprescindible
Un beso
El deseo de desear es lo que nos mantiene vivos, más que el deseo en sí. Un beso, preciosa :), precioso post.
Esta Silvia...
Esta Silvia...
;-)
Pues anda que su abuelo...
Mira que hacerse adicto...
:-P
Ah no...
Estaba pensando en dos personajes de la novela de Trueba... Ahora me pongo a pensar en otros tantos!
:-P
jajaja
Preciosa música y precioso texto de David Trueba, un escritor/director que a mi me encanta. Desearía escribir como él.
El turquesa y la sal del mar como imánes irresistibles...
Contra el campo magnético de los recuerdos macerados al sol de una isla, nada se puede, eh?
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