Estoy pensando en cambiarle el nombre a la perra. Por Obama. Y es que leo y oigo hablar a políticos, economistas, empresarios, socios activos y no activos de ongs, funcionarios, peluqueras, inmigrantes con y sin papeles, catedráticos de sociología, paseantes de perros que recogen o no las cacas, mujeres de la limpieza, funcionarios, consultores, camareros, abogados de los buenos y de los malos, a los de la toalla de al lado en la playa,ex-presidentes del gobierno (sin bigote ).. y en todos reconozco, y en parte comparto, tanta fe y tantas esperanzas puestas en el que parece ser el único hombre capaz de cambiar el mundo el solito, que me pregunto si no estaremos hablando de un nuevo mesías. O de un superhéroe. Y es que si no es así, vaya marrón le ha caído al pobre.
5 comments:
Con la mirada con causa…
El marrón lo vamos teniendo nosotros. Nosotros tendremos que hacer algo, aunque sea ponerlo a él delante. ¿Crees que tirará de nosotros?
Deja a la perrra con su nombre, no vaya a ser que tenga que compartir ese marrón.
...besos-sos
CR & LMA
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¡Hola, Esadelblog!
Ya sé que comparando con la llamada teñida de rojo esperanza de tu love prost project no te va a hacer la misma ilusión, pero...
aquí estoy de nuevo en tu casa. Teñida de azul mandarina. ;)
Dándote un abrazo, sí.
:)
Supongo que de lo que la gente habla es de su propia necesidad de esperanza. Barack Obama sólo es el catalizador de nuestros deseos, quizás.
Salud!
y bueno, recemosle a bacara obama, ya que lula se pinchó
Siempre nos tienen que caer los marrones a los pobres.
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