12 November, 2010

VIAJAR EN EL TIEMPO

Por circunstancias no del todo agradables, mi padre anda rebuscando papeles. "Por si pasa algo", eso lo dice todo. Busca papeles oficiales y documentos pero aparecen fotos y papeles manuscritos que creo que lo reconcilian con momentos pasados que ha tratado de olvidar o de mantener en el olvido, que creo que no es lo mismo. En eso creo que me parezco a él, Esa capacidad para el bricolaje emocional que nos permite construir auténticas fortalezas a nuestro alrededor.

Me cuesta mucho mantener la entereza mientras me enseña una foto de mi abuelo, su padre, del que nunca en 39 años recuerdo haber hablado con él. Pero otras personas sí me han hablado de mi abuelo, y siempre he tenido gran curiosidad. N.o hace mucho escribí aquí algo acerca de él y de su máquina de escribir. Ya no queda nadie a mi alrededor que me pueda hablar de él, y lo dicho, ni yo ni mi padre hablamos de recuerdos o personas queridas que han desaparecido, y si lo hacemos es con tono de crónica, aunque los dos estemos haciendo un esfuerzo por que no nos tiemble la voz.

El otro día fui a ver a mi padre. Sería muy largo hablar de mi historia con él. Y complicado. Nuestra relación nunca ha sido fácil, pero últimamente ha mejorado y me da mucha tristeza pensar en los años perdidos. Y de hecho, me he prometido no repetir sus errores, cosa que es algo que me sería muy fácil. Innato. Pues bien, sacó una carpeta de papeles amarillos y me dijo:

_Mira que he encontrado, tu abuelo escribía un diario cuando estaba en la cárcel.-Quédatelo tu, ya que te gusta tanto leer y escribir, está claro que eso lo has sacado de mi padre y de tu madre. Y si quieres mírate todo esto. Son los papeles de su condena por rebeldía y esas cosas.

Me dio un cuaderno. No lo abrí en ese momento. Estaba allí para apoyar y animar a mi padre. A nuestro estilo. Discutir un poco de cualquier cosa, comentar un documental que estaba viendo en la tele. Pero en mis manos quemaba la carpeta que me había dado. Si, mi abuelo siempre me ha parecido una persona muy interesante y me da rabia no haberlo conocido.

Llegué a casa. Ordené el comedor con el cuidado del que espera una visita importante. Puse muy flojita una música que me pareció adecuada para acompañar a ese momento de intimidad con mi abuelo, fallecido el día después de nacer yo, como si me pasara el relevo de algo que desconozco, y abrí la carpeta. Papeles de condena, cartillas, un carnet profesional con foto de mi bisabuelo, del que nunca supe ni su nombre...

Nunca he sido una persona muy familiar pero en mi crecía una especie de ansiedad por viajar en el tiempo. Por sentarme frente a un café con mi abuelo y que me explicara su agitada e intensa vida rebelde. Sentí una especie de conexión extraña en mi, si no muy familiar, menos aún mística, y por un momento se me pasó por la cabeza visitar a un medium (cierto, lo pensé sin pensarlo).

Por fin abrí el cuaderno, no es un diario, son los primeros capítulos de una novela. escritos a mano en un cuaderno escolar de la posguerra española. Una novela que promete una gran historia de amor y un paseo por la historia, por la guerra...,Leí el primer capítulo fijándome en cada palabra, en cada intervención de los personajes, en el narrador, la implacable caligrafía, en la ausencia de tachones...

Tuve que dejar de leer. La novela me enganchaba y sabía que unas páginas más allá se acababa sin llegar al final. No haber conocido a mi abuelo casi hasta me duele, pero esa novela inacabada no hace más que abrir nuevos interrogantes. Desde ese día la absurda idea de viajar en el tiempo no para de rondarme, y hoy alguien colgó en el facebook el video que abre este post, con una música deliciosa y unas imágenes de Barcelona que me despiertan una nostalgia y una melancolía por un tiempo que no fue el mío que no acabo de entender.

Y es que ninguna historia, real o novela, debería quedar a medias. Tomad nota queridos amigos. Todos los que venís por aquí tenéis algún primer capítulo en algún sitio. Hay que llegar al final.

6 comments:

nancicomansi said...

Je,je..no me extraña algunos hagan las mil y una por conseguir tu teléfono...muy guapa, muy mediterránea...

Y el video? ¿pero que pasa? si de aquellas ya existía el "bicing"!!!me hacen gracia los niñatos con boina en plan "chulesco", con las manso metidas en los bolsillo, los señorones con su sombrero y bastón, alguna dama con su sombrillas y todo, y el "campi qui pugui"!!! la gente, pasando de todo, se cruzaba y descruzaba delante del tranvía como si nada...¡HALA!

Lo de tu abuelo...ya es bien curioso...lo dela novela , digo...no todos los días descubre uno que ese señor escribía nada menos que una novela..¿en esos tiempos!! que la cosa, para la gente de a pié estaba lo suficientemente "achuchá" como para ponerse a escribir...¡SI no eras de una familia bien, difícil era!!!
A lo mejor ese fué el "testigo" que te pasó, el del "gusanillo" por la escritura. Además, dicen que algunos rasgos generacionales pegan el salto de abuelos a nietos eludiendo al padre...chi lo sà!

Besazo!

Tristancio said...

Mirar atrás, no para retroceder sino para poder avanzar. Es que lo único cierto es el pasado, aunque nos empeñemos en el futuro.

Tu fututo, Esa, es escribir un libro de tu pasado... que ese abuelo lo merece. Rescatar la nostalgia, darle sentido, sobre todo en estos días en que el pasado parece tener más futuro.

Da gusto volver a leerte...

Un abrazo.-

Anonymous said...

muy identificada con todo lo que cuentas, yo tampoco conocí al abuelo de mi padre, es curioso pero siempre hay alguien que siente la necesidad de entender que pasó, donde está, que fue de el, me gustaría tener un diario o algo que me diga algo de el también, pero hasta ahora solo tengo una foto que desde allí me dice lo mucho que nos parecemos

saludos y un abrazo,

Mery

Anonymous said...

perdona, quise decir a mi abuelo, al papá de mi papá ! : )

Anonymous said...

Sólo quiero decir lo que es un gran blog ha llegado hasta aquí! He estado alrededor durante bastante tiempo, pero finalmente decidió mostrar mi aprecio por vuestro trabajo! Pulgar hacia arriba, y mantenerlo en marcha!

Joan Villora said...

Buenas, noia:

Muy bueno el vídeo.

A mi abuelo también le dio por escribir relatos cortos a boli, aunque la vocación le llegó al jubilarse. Tengo todavía esos cuadernillos de anillas con sus relatos, en un catalán escrito a la castellana (tal cual sonaba en catalán, tal cual lo escribía en castellano).

Son muy curiosos y no están mal, como una descripción del bombardeo de su fabrica... con él dentro.

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