
29 April, 2006



25 April, 2006
El músico había dejado de tocar. En silencio ella paseaba.


22 April, 2006
SANT JORDI EN DIUMENGE



20 April, 2006
el pplive funciona!!



18 April, 2006
SEMIFINAL DE LA CHAMPIONS



17 April, 2006
de un calendario


14 April, 2006
RECICLAJE




Primer cuento para mi blog

Le queda un único viaje en el abono mensual. Quizá es una última oportunidad ¿de qué? Da igual, otra oportunidad perdida, ¿qué más da?. Sigue su camino y trata de encontrar un asiento de pasillo. Avanza entre la multitud desordenada. Entre avalanchas de prisa y empujones de rabia. Tiene suerte, no es pasillo pero es ventana.
A su lado un señor, enfrente, dos niñas que lo obserban tranquilamente. Saca un libro del bolsillo de la chaqueta de cuero. Es una edición de bolsillo, muy manoseado, o lo ha leído muchas veces o es un libro difícil, eterno. Trata de concentrarse. Difícil. Móviles de todos los precios con mil sintonias distintas. Señoras cotorras de voz aguda. Buenas tardes, el billete, gracias. Quinceañeras histéricas. No tengo trabajo, señores, si me quisieran ayudar... un durito, dos duritos, cien pesetas... Sube gente. Baja gente. El vagón se reacomoda. Baja mas gente, las cotorras al fin. Se agradece.
Las dos niñas siguen mirándolo inexpresivas. Vuelve a la página anterior. No ha entendido nada y la empieza de nuevo. Dos paradas más, el vagón prácticamente se vacía según se aleja del nucleo urbano. Ahora todo el mundo va callado. Los de las ventanas miran hacía fuera, pero es oscuro y tan solo ven parte de su rostro cansado reflejado en el cristal frío. Los del centro, unos mirada perdida, en diagonal, perdida en unos zapatos cualquiera, otros la vista clavada en el luminoso que insistentemente repite las paradas, la hora y la temperatura. Algunos leen.
El tren entra en un túnel largo que atraviesa unas montañas rocosas y áridas. “Papá el cuento.” ¿Ya? Los ojos de acero de las niñas no dejan de mirarlo, y finalmente él, con el libro cerrado sobre su regazo, las observa. Extremadamente delgadas, cara de adultas, la mirada cubierta por un velo transparente que oculta cualquier expresión. El padre empieza a leer, tiene una voz muy bonita, con un acento muy peculiar, como de un país del Este. Es un cuento bonito, una princesa pobre que enferma de melancolia, no hay Príncipes interesados en un castillo arruinado y un reino árido y seco y ella morirá de pena. Un día aparece una hada un poco bruja y le da a escoger entre el amor y la riqueza. La pobre Princesa escoge el amor, y a la que ve un sapo, convencida de que al besarlo se convertirá en Príncipe, no lo duda ni un momento y lo besa escondiendo una mueca de asco. Al momento, la Princesa se convierte en rana enamorada y el hada-bruja se queda como Señora del Castillo. Con un conjuro rápido, que el señor pronuncia lentamente, como saboreando cada sonido, fertiliza el reino que se cubre de exóticas flores y magnificos frutales de cuento mientras la feliz familia rana puebla los lagos de renacuajos. Colorín Colorado. Las niñas no han dejado de mirarlo, y la voz del hombre, apenas un susurro, se ha colado en su cerebro y lo acuna ahora que el cuento se ha acabado.
Cierra los ojos, el libro abierto por la misma página de siempre, la última imagen de su conciencia un rostro de niña doble, pálido, muy pálido, unos ojos grises que lo miran fijamente y una extraña sonrisa. Pasa un rato, un dia, unos minutos, un año, un segundo. Está a punto de despertarse dispuesto a encontrar la doble mirada metálica. Hay un extraño silencio.
Abre los ojos inquieto. La penumbra se ha apoderado del tren. Las niñas no estan, a su lado no hay nadie. El vagón está vacio. El luminoso está apagado. Fuera la oscuridad es total, el túnel. El libro sigue en su regazo. La misma página. Sigue sin entender nada. No le queda ningún viaje. No hay más oportunidades. Esta era la última.


ha nacido un blog
Debí empezar este blog hace tiempo, cuando todavía me pasaban cosas interesantes y divertidas . Empezar un blog ahora va a suponer tener que inventarme muchas cosas para que esto sea un poco interesante.
A saber, soy una chica de 34 años, soltera, con amigos casados o semicasados, con un trabajo medio bueno y una perra maravillosa como compañera de piso. Nada digno de mención.
Pero ahora ya soy una chica contemporanea con blog. Yeahhh!!!
Supongo que el hecho de empezar un blog debe tener algunos efectos secundarios no? Por ejemplo, se me ocurre que voy a empezar a bombardear a mails a mis amigos para que me lo visiten.
"Hola a todos que sepaís que me he hecho un blog y que me encantará que vengais a verlo, se llama Blogeadas y nació con unos años de retraso pero con letra clara y alilada"
Uff, hace tres años que me mude a este piso y aún tengo pendiente la fiesta de inauguracion, así que mejor arrancamos el blog sin ceremonias no sea que al liemos.
Y luego, con que periodicidad escribirlo?? Mensual, es peligroso, acabaría coincidiendo con mis reglas y esa depresion hormonal me haría llorar encima del teclado con un elevado riesgo de electrocutarme. Semanal esta bien, diario sería demasíado acabaría saliendo a la calle en plan periodista a la caza de cualquier cosa interesante, curiosa, indignante, injusta, divertida...lo que fuera para alimentar al blog.
Y cuando se acaba un blog?? o no se acaba nunca y de repente se olvida?? Bueno, no importa, al final este blog nace de una noche de insomnio y aburrimiento asíq ue es fácil que se me duerma.
Ah, eso si, imprescindible un disclaimer y una declaracion de intenciones:
- Soy libre de decir la verdad o mentir a mi gusto
- Cualquier parecido con la realidad puede ser fruto de la coincidencia o no.
- Los personajes que aparezcan pueden existir o no y puedo llamarles como quiera ya sea su nombre o un mote.
- Los unicos principios que tengo son los que no llegan a un final así que me concedo plena libertad para decir Blanco hoy y Negro mañana.
- Escribo bastante mal, no es solo incultura, es torpeza digital y una especie de virus que me altera el orden de las letras y yo escribo alta y el ordenata dice lata. Y a partir de ahora el blog echa a andar, correr, gatear o arrastrarse según tenga el día


