No soy ecologista ni ecológica pero me gusta ser respetuosa con el medio ambiente, pero eso me está siendo muy difícil. Cada vez más, y es que una vez empiezas a reciclar las cosa se complica más y más. ¡Y eso que solo reciclo residuos!
Para empezar, no paro de sorprenderme de la cantidad de basura que soy capaz de generar. Quizás es una versión juvenil del Síndrome de Diógenes, una caja llena de papel, una bolsa del Caprabo para las botellas de vino y los botes de pepinillos, otra para las latas de Coca-Cola light y otra para los plásticos de las Pizza Tarradellas y otros plásticos incómodos. Orgánica no reciclo, pero recojo de tres a cuatro cacas de perro (de mi perro of course no voy recogiendo cacas ajenas) con la correspondiente bolsita y las depósito en las papeleras puestas a tal efecto en los pipicanes. No bajo las bolsas cada día, espero a un fin de semana y claro, hasta que llega el momento de hacer lo que ne la web sería “send”, tengo una cantidad considerable de basura en casa. Eso me pone nerviosa, la idea de un incipiente Diógenes me atormenta. Las teorias del Feng-Shui tampoco ayudan: los rincones desordenados y la basura amontonada no dejan circular el chi! Pero claro, hay alguien en el mundo que sea capaz de tener la basura ordenada?
Durante una temporada opté por abrir el correo directamente al lado del contenedor azul (papel y cartón), de bajas al contenedor amarillo el envoltorio de la pizza mientras se calentaba ell horno y de descorchar el vino y zamparme la botella apoyada en el contenedor verde. Eso estaba bien, generar los residuos justo en el punto de recogida (como dcuando vas al WC vamos), sin embargo un día me vino la asistenta social del municipio, podemos ayudarte, no hace falta que busques comida y cartones de abrigo en los containers…sabemos que pasas el día esperando que alguien tire algo de utilidad…¡Dios Mio! ¡Cómo me costó demostrarles que solo trataba de ser respetuosa con el medio ambiente de una forma eficiente y pulcra! Al final todo quedó con unas sesiones con un psicoanalista que decidió que los contenedores representaban mis recuerdos de infancia…Vamos que tendrá que ver Heidi en todo esto.
En fin, descartado el reciclaje in situ, volví a montar mi pequeña Deixalleria Doméstica. La mayor beneficiada es mi perra, a la que puede, ataca sin piedad a la bolsa del plástico: latas de atún o de foeigras LA PIARA, envases de embutido, bolsas de patatas, tetrabriks de gazpacho, petit suises (ahora Danonino)…he optado por fregarlos junto con los platos, así que los tiro limpitos pero como no utilizo lejia, al animal le llega el rastro a comida y zas… mientras bajo al contenedor del vidrio ella esturrea todos los envases por el suelo de la cocina… La bolsa de latas de refresco tambien le gusta mucho je…aquí se me cuela una anécdota para adiestradores de perros…
Mi cocina no tiene puerta, y mi perra siempre tiene hambre: cocina abierta+perro hambriento=comida que desaparece en un Pim Pam. Solución de libro de educación canina: coja algo de comida que le guste a su perro, atele varias latas de refresco en las que previamente habrá metido algunas monedas), coloque la comida en el mármol de la cocina de forma que cuando el perro la coja le caigan las latas encima con un gran estrépito, se asustará y no robará más comida por miedo a que se repita. Así lo hice, prepare una guirnalda de latas de cocacola light, normal y fanta de naranja alternas, introduje todas las pesetas y duros que encontré (deu n’hi do lo que encontré rebuscando cajones y cajas de todo), la até a medio fuet y baje los periódicos al contenedor azul. El estrépito estaba preparado. Entre bajar, reciclar y subir debí tardar 5 minutos. Cuando abrí la puerta la perra se fue al rincón de castigo (Supernanny no ha inventado nada), aquello era prueba de que algo había pasado. Me dirigía a la cocina. En el comedor encontre la etiqueta del Espetec. En el suelo de la cocina yacía la guirnalda de latas, y un poco alejada la cuerda del fuet. Había que repetir la prueba para ver si funcionaba y a partir de ese momento podía bajar la guardia mientras hubiera algo comestible en el mármol. Me agache a recoger la guirnalda. Las monedas y las latas hicieron el correspondiente ruído y al oirlo mi querida perrita apareció moviendo el rabo y con cara de “que bien otro fuet”. Pues, si, desde aquel dia las latas de refresco ademas de un divertido juguete para mi perra son la señal de que cerca puede haber un trozo de fuet!
En fin, volviendo al reciclaje: dudas, dudas… para cuando un contenedor naranja para los residuos dudosos? Por ejemplo, está claro que un tarro de cristal va al verde, pero y el tapón? Por fuera son metálicos y por dentro de plástico, yo diría que va al amarillo pero ahí pone “SOLO ENVASES Y ENVOLTORIOS”. Tengo un cajón de la cocina lleno de tapas de tarros de cristal a la espera de saber que tengo que hacer con ellos.
Y respecto al papel? Recuerdo un día un compañero recriminando a otro que quitará las grapas del papel antes de tirarlo ala caja del reciclaje. El otro se rió. Pués que gracia te hará cuando te limpies el culo y te toque la grapa. La imagen era divertida pero supongo que lago de razón tenía. Así que a separar las grapas. Y que hago con las quitadas? Del papel, lo que más me molesta es la cantidad de cartas, folletos y catálogos que tiro sin siquiera leer (eso si quitandoles la ventanita del sobre o el envoltorio de plástico claro, el plástico al amarillo). ¿No podría prohibirse el buzoneo?
No tengo ganas de escribir más, pero tengo muchísimas dudas más acerca de que tengo que hacer con cada cosa. Si que pienso que la legislación en packaging tendría que ser más restrictiva y posiblemente prohibir los embalajes mixtos, o cartón o plástico. Y sobretodo, evitar paisajes como el de la foto...
Búsqueda en google:
imágenes de basura 17.300 en 25 seg
imágenes de reciclaje. 9.920 en 0.06 seg
Casi el doble de imágenes de basura
1 comment:
Tienes razón. Es una locura. Y es imposible poder ser ecológicos del todo ¿alguién ha pensado en lo delas compresas femeninas y los dodotis de los niños? ya me exdplicaréis como se vuelve atrás con eso...
Yo hago lo que puedo, pero soy plenamente consciente de que es prácticamente imposible no eludir unas cuantas cosas...
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